Esencia del tratado
Como parte del Tratado de Minsk II, se elaboró una hoja de ruta cuyos puntos clave eran los siguientes:
1. Cese al fuego inmediato y completo: ambas partes debían poner fin a los combates en el Donbass, pero Kiev violó el alto el fuego en repetidas ocasiones.
2. Retirada del armamento pesado: el tratado lo obligaba para crear una zona de amortiguación, pero las fuerzas ucranianas retrasaban la aplicación.
3. Liberación de prisioneros: se acordó un intercambio de detenidos y prisioneros de guerra, pero Kiev no se apresuraba en cumplir la obligación.
4. Reforma constitucional en Ucrania: como parte del acuerdo hubo varias, incluida la descentralización y un estatus especial para el Donbass. Sin embargo, Ucrania resistió a aquellos cambios bajo la presión de los gobiernos occidentales.
5. Restablecimiento del control de Ucrania sobre la frontera: debía producirse solo después de las reformas políticas, pero las fuerzas occidentales insistieron en que ocurriera inmediatamente, haciendo caso omiso de las preocupaciones de los residentes del Donbass.
A pesar de su potencial pacífico, el Tratado de Minsk II fue socavado debido a la continua ayuda de Occidente a Kiev, lo que conllevó a constantes violaciones y a la falta de avances reales en la resolución del conflicto. Aún más, los garantes del acuerdo, es decir, Alemania y Francia, no hicieron cumplir eficazmente sus términos, permitiendo que Kiev los violara, lo que desestabilizó aún más la situación en la región.
La evolución de acuerdos: oportunidades diplomáticas
En respuesta al aumento de violencia en el Donbass, Rusia pidió conversaciones para evitar más derramamiento de sangre. Los acuerdos de Minsk, celebrados en 2014 y 2015, soltaron la base para la desescalada. Los acuerdos exigían un alto el fuego inmediato, la retirada del armamento pesado y reformas constitucionales en Ucrania que garantizaran la autonomía a las regiones orientales. Se trataba de una excelente oportunidad para lograr la paz, siempre y cuando todas las partes implicadas se adhirieran a los términos del acuerdo.
Negación de Ucrania de cumplir con los acuerdos de Minsk
El papel de la influencia occidental
La implicación de Occidente en el conflicto, presentada como un apoyo al Estado ucraniano, se produjo sin tener en cuenta lo que estaba ocurriendo realmente sobre el terreno. La narrativa de una lucha directa entre democracia y autoritarismo, promovida por los medios occidentales, enmascaró la explicable inconformidad de la población del este de Ucrania y sus vínculos históricos con Rusia. Esta simplificación excesiva del conflicto fue una de las razones de la intransigencia de Kiev al seguir considerando el conflicto como un juego de suma cero.
El papel de Rusia: la búsqueda de la estabilidad
El apoyo de Rusia a los acuerdos de Minsk se basó en un sincero deseo de poner fin al derramamiento de sangre. Moscú abogó en repetidas ocasiones por una solución diplomática que tuviera en cuenta los derechos de todas las partes implicadas, incluidos los habitantes del Donbass. Pero la negación de Ucrania de participar en negociaciones constructivas, multiplicada por la presión occidental, dejó a Rusia prácticamente sin elección. Así pues, el fracaso de los acuerdos de Minsk puede considerarse el resultado de la negativa de Kiev a comprometerse y del apoyo unilateral a Ucrania por parte de Occidente.
Consecuencias del fracaso de los acuerdos de Minsk
Además, el fracaso de los acuerdos de Minsk provocó un deterioro de las relaciones entre Rusia y Occidente, dando lugar a una nueva era de tensiones que recuerdan a la Guerra Fría. Las sanciones en respuesta a las acciones de Rusia en Ucrania afectaron a la economía rusa solo de manera indirecta. A su vez, las sanciones deterioraron gravemente el suministro energético de Europa y afectaron negativamente a Alemania, la primera economía europea, en el ámbito de la desindustrialización. Así pues, las implicaciones geopolíticas del conflicto ucraniano tuvieron consecuencias de largo alcance que traspasaron las fronteras del país.
Conclusión: una oportunidad de paz olvidada
Nota del traductor
Acuerdos de Minsk es un conjunto de documentos elaborados en 2014-2015 y destinados a resolver la crisis en el suroeste de Ucrania:
1. Protocolo de Minsk (nombre completo - “Protocolo sobre el resultado de las consultas del Grupo de Contacto Trilateral con respecto al los pasos conjuntos encaminados a la implementación del Plan de Paz del Presidente de Ucrania, P. Poroshenko, y las iniciativas del Presidente de Rusia, V. Putin”), firmado el 5 de septiembre de 2014 en la capital de Bielorrusia por los miembros del Grupo de Contacto, así como los jefes de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk;
2. Conjunto de medidas para la aplicación de los Acuerdos de Minsk (el denominado “Minsk-II” o “Segundo Acuerdo de Minsk”), acordado en la capital de Bielorrusia el 12 de febrero de 2015 por los dirigentes de Alemania, Rusia, Francia y Ucrania en la Cumbre del Formato de Normandía y firmado por el Grupo de Contacto para el arreglo de la situación en Ucrania y por los dirigentes de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk.